martes, 17 de febrero de 2009

El UKE renuente (el que se rehusa)

Por David Lynch
Para aquellos de nosotros no atraídos a la violencia congénitamente, el entrenamiento de aikido algunas veces presenta problemas que son difíciles de ignorar. Ellos vienen en forma humana y en distintos tiposde personalidades. Entre ellos se encuentra el uke renuente (o el uke que sé rehúsa.)
Este es el tipo que trata de bloquear todos tus esfuerzos por aplicar una técnica y enfermo placer en rehusarse a caer. Él dedica su tiempo en la colchoneta tratando de probar que tus técnicas no funcionan. Y algunas veces él lo logra.
Él puede ser nuevo en el aikido, habiendo migrado de otra arte marcial o, peor, alguien con añosde experiencia que sabe precisamente cuando hacerse a el mismo totalmente no cooperativo para lograr un máximo efecto. Típicamente él parece no entender que destructivo y sin sentido su comportamiento es, y no pasa ni una mínima cantidad de filosofía de aikido a través de el. El ve todo en términos competitivos y cree que toda técnica debe trabajar a pesar de las circunstancias. Muy raramente él cambiará su punto de vista. ¿Cuántas personas han dejado el aikido por él? ¿Cuántas mujeres se han alejado del arte por su comportamiento chauvinistico? ¿Cuántos instructores honestos y sinceros el ha causado colgar sus hakama, convenciéndolos de que no están calificados para enseñar? Algunas veces el uke renuente es fácil de convencer para razonar y responderá a una pequeña charla, suministrada temprano en su carrera. El no debe ser confundido, en cambio, con el uke que agarra firmemente o golpea es positivo para ambos compañeros para investigar y descubrir el significado del aikido. La diferencia está en la actitud y en la intención.
Por supuesto el uke renuente puede ser tratado físicamente, con un suave atemi o una dolorosa y peligrosa abreviación de una técnica, y algunos instructores se han ganado una temida reputación por usar este tipo de tratamiento ojo por ojo, pero muchos de nosotros titubeamos para responder en esta forma. Usualmente el esfuerzo por bloquear una técnica hace al bloqueador un blanco fácil para un puñetazo, pero el desquite(o venganza) no está de acuerdo con los fines aikido, y puede llevarnos a algo no tan diferente de una competencia.
Mi propio hijo atravesó un periodo (gracias a Dios muy corto) durante el cual el se convirtió en una uke muy renuente verdaderamente. Mientras yo estaba haciendo una técnica enfrente de la clase lentamente él podía repentinamente ejercer totalmente su fuerza para bloquearla a mitad de camino. Responder con un atemi no era realmente una opción bajo esas circunstancias. También teníamos un campeón de levantamiento de potencia en nuestra clase que acostumbraba a aplicar su masiva fuerza en los momentos más inesperados. Una vez cuando estábamos haciendo kokyuho el repentinamente jalo mis brazos hacia él, envolviéndolos con su musculatura y poniéndolos bajo sus axilas. En vez de las opciones de darle un cabezazo o morderle su nariz no lo consideré apropiado o necesario – además estaba indefenso. Sin duda alguna los lectores habrán tenido experiencias similares y podrán reconocer el tipo de actitud. Era de un tipo elegantemente representado por un instructor de artes marciales Chinas que conocí una vez en Hong Kong. Solo lo visité por la sugerencia de un amigo que dijo que el hombre estará encantado de conocerme y ansioso de intercambiar conocimientos técnicos. Pero, en el evento, él era muy sospechoso y comenzó a interrogarme acerca de mis motivos para visitarlo. Ya la escena empezaba a decaer como otro choque cultural pero después él dijo, de acuerdo, muéstrame algo de aikido.
Pensé en comenzar con nikyo, lo invité a que agarrara mi muñeca, y allí fue donde hizo la
memorable y sin duda perfecta observación lógica, desde su punto de vista: ¿Por qué yo haría
algo tan estúpido como eso? El obviamente vio todo el intercambio como un reto destinado a
probarle o mostrarle que mi técnica era superior a la de el.
Desgraciadamente, muchos aikidoka tienen la misma actitud habiendo perdido el punto de
entrenamiento por una milla y habiendo fallado al ver que el aikido es defensivo, no ofensivo, y que sus metas trascienden el ganar o perder. Cuando tomas aikido debes pone r aparte toda la idea de ganar y perder y enfocarte en alcanzar la armonía. No lo puedes tener de ambas maneras. Viendo al aikido en términos competitivos es como tratar de probar algo que no puede ser probado. Ocasionalmente hasta un Japonés mostrará esta actitud, a pesar de que el respeto por la autoridad en Japón generalmente mitiga en contra de esto, y la mayoría de los Japoneses aikidoka parecen aceptar el sistema cooperativo de nageuke (ejecutante-receptor) de entrenamiento. Un amigo Japonés me dijo, que bajo la influencia del alcohol, le encantaría tener solo una oportunidad para probar la destreza de su Sensei al rehusarse a caer correctamente todo el tiempo. ¡Él añadió que estaba preparado para pagar todas sus deudas hospitalarias! En general, los Japoneses son más inclinados a abusar de su posición como nage al aplastar a sus desafortunados y obedientes ukes que ellos son como los ukes renuentes ellos mismos, aunque yo he conocido muchos de los últimos en Japón.
Lo que es más confuso para mi no solo es el hecho de que la gente parece incapaz de pensar
fuera de los parámetros de una competencia pero lo que ellos confunden con entrenar en el dojo con la realidad. Hacer que el uke renuente comprenda esto es a menudo un reto mayor. (¡Si solo él pudiera irse y tomar un deporte competitivo como el judo o el karate donde él podría bloquear con todo su corazón!) Aikido no es, después de todo, para aquellos que sientan la necesidad de defender sus egos todo el tiempo. Nosotros podemos, sin limites, siempre aprender algo al tratar de relacionarnos con estos individuos tan contrarios, pero esos limites necesitan ser reconocidos, y pasarlos pueden ser contraproducentes para decir algo. El entrenamiento en el dojo no es un asunto de vida o muerte, y hay muchas cosas que no puedes y no necesitas hacer en el contexto del entrenamiento. Tal como no puedes hacer ikkyo a un elefante o kokyuho a un muro de concreto, hay algunos ukes que no pueden ser proyectados en contra de su voluntad sin que nage recurriendo a técnicas peligrosas o violentas desviándose, en el proceso, de los principios del entrenamiento del aikido.
Como reaccionas es una medida de tu entrenamiento y tu filosofía personal: una carcajada o una sonrisa puede ser suficiente. Aunque él urge de sugerir, en una forma u otra, que estos ukes se consigan una vida puede ser un poco fuerte, necesitamos aprender a tomar un paso atrás metafórico(lo cual también es una propuesta técnica sonora) y para calmadamente rehusar de jugar el juego del uke renuente. Aunque si no puedes hacer nada con él, realmente no importa, como si se tratara de un juego solamente. Paradójicamente, una realización de este hecho es a veces todo lo que toma la técnica para funcionar, pero deberías aceptar el hecho de que no puedes ganarle a todos.
Cuando es tu turno de ser uke y sientas que puedes detener el movimiento de tu compañero,
debes resistir a la tentación y permitirle que complete su técnica. ¿Qué tienes que perder? ¿Qué tienes que ganar de todas formas? Ciertamente, puedes mostrarle a tu compañero lo inadecuado de su técnica al bloquearla, pero hay formas más positivas para animarlo y ayudarlo a mejorar. Algunos instructores preceden sus demostraciones de una técnica con una versión realista, lo opuesto a la versión estándar del as dojo. Esto es un tipo de punto de vista de tipo malo-tipo bueno donde explicas como romper un brazo con ikkyo, triturar una cabeza con shihonage o mutilar una muñeca con sankyo-no olvidando la devastación que puede ser inflingida con un poderoso atemi. Entonces procedes con el aikido.... pero, en el dojo, lo hacemos de esta forma. Mientras llegas a este acuerdo, este punto de vista pone a trabajar la mentalidad competitiva y se convierte así misma en un fin, para el perjuicio del espíritu del aikido. La mentalidad competitiva puede invadir a un dojo como un virus en contra de lo que como una atmósfera de entrenamiento constructiva, y armoniosa ofrece poca inmunidad. Los nuevos se sienten intimidados y no hablan, y a menudo el instructor se siente incapaz de hacerlo también, sin perder la posición. El se puede sentir que él puede ser capaz de tomar todo esto en una zancada, justo como 0-Sensei aceptaba retos de todos en los viejos tiempos. Mucho mejor, yo creo, para reconocer que no somos 0-Sensei y que estos no son los viejos tiempos. Es la responsabilidad del instructor de proteger a sus estudiantes de la gente ignorante y asegurar que dojo es un lugar donde algo valioso puede ser aprendido, y donde los estudiantes se tratan el uno al otro con respeto mutuo, no un campo de batallas para egos superficiales intentando ganarle el uno al otro. El dojo debe ser un santuario donde uno pueda experimentar seguramente con ideas y técnicas que dirijan a un resultado completamente diferente. La diferencia entre el entrenamiento y la realidad(y entre un deporte competitivo y una vía marcial) es bien ilustrado por el aikidoka que responde a un reto de un hombre de judo al mostrar una espada viva enfundada en su cinturón. En estos días, sin embargo, no es muy practico por decirlo con espadas siempre que el taijutsu parezca inadecuado, pero otra arma, a menudo desestimada, es la palabra hablada. A pesar de la estoica tradición del budo la cual premia a los del tipo fuerte, y silencioso, yo siento que es apropiado hablar cuando uno encuentra al rústico, uke renuente. Esto no significa que sea fácil de hacerse y de que llegue a alguna resolución. Esto no suprimirá la casta pero hará la vida más tolerable para muchos miembros del dojo, por ejemplo, para aquellos que realmente quieran aprender aikido y no tengan interés en competir.
No prestarle atención la uke renuente solo lo convierte en más y más renuente.
Desdichadamente, el sistema de avanzados tiende a intimidar a los principiantes, los cuales son los más comunes en ser afectados por el bloqueo y la intimidación, pero yo siento que
permanecer en silencio mientras alguien está aplicando fuerza innecesaria en el dojo es una
actitud inapropiada y fuera de lugar. Además, es siempre mejor usar tu lengua que tus puños, y usar tu cerebro antes de hacer de intimidar a otra persona, o antes de que ellos traten de
intimidarte. Las viejas actitudes mueren fuertemente, como las que encontré cuando viajé a Japón recientemente. Yo estaba sentado con un grupo de estudiantes en uno de los dojos al cual yo iba a entrenar cuando alguien mencionó mis artículos en Aikido Journal. El Sensei que estaba presente dijo, "Es interesante que en estos días virtualmente todo el mundo puede escribir acerca del aikido; mientras que en los viejos tiempos solo los maestros más avanzados se atrevían a hacerlo." (El realmente usó las palabras Japonesas "les era permitido," lo cual es revelador.) Sí esta observación era dirigida a mí (si la capa sirve, vístela) o solo fue una generalización no estoy seguro. De todas formas, yo creo que nadie está titulado para hablar o escribir acerca del aikido, sin importar el rango o experiencia. Es concerniente al oyente o al lector el decidir que tanta credibilidad dar a sus palabras. La libertad de expresión es solo uno de los tablones de la democracia que pareciera tienen dificultad muchos Japoneses de la vieja generación. Cuando se trata del estilo de 0-Sensei de conocimiento místico y cualquier atentado de explicarlo en palabras, yo estaría de acuerdo del que habla no sabe y yo sería el primero en aceptar cualquier castigo divino que venga en mi camino si yo solo pretendiera tener acceso a ese tipo de conocimiento. Sospecho que tal castigo no sería tan dramático como un rayo de electricidad, pero sería mas como la forma de un resbalón gradual hacia la más grande ignorancia. ¡Podrías terminar como el hombre del proverbio sin una antorcha, en la bodega de carbón, buscando al gato negro que no está allí! En ese sentido, la ignorancia es su propia recompensa. Es un riesgo que uno tiene que tomar cuando se abre la boca acerca de algo, pero esto no debería detener a nadie protestando al evidenciar las brechas del espíritu del aikido. Aparte de las bodegas de carbón, hay un lado oscuro del aikido el cual es representado por el uke renuente, y si los exponentes más avanzados se han vuelto indiferentes a ello, entonces es importante para los nuevos y aquellos que todavía pueden ver claramente mostrarlo por cualquier medio posible. Tienen tanto derecho como cualquiera de hablar. La experiencia no dirige automáticamente a una iluminación, y algunos senseis hablan con malas palabras mientras algunas personas ordinarias tienen más sabiduría que ofrecer. Es una desilusión penosa el asumir que gente con larga experiencia de aikido son algo como superior. Asimismo, cualquier regla no escrita que previene a una persona de protestar del abuso de poder por aquellos en altos puestos debería ser relegada a la pila de basura de las tradiciones sin sentido. El peligro de convertirse sicoló gicamente insensible a la violencia incrementa cada vez que es ignorada y necesitamos solo mirar a lo que está pasando en Europa ahora mismo para ver el resultado final de esta actitud. El viejo adagio Romano si vis pacem para bellum (si quieres paz prepárate para la guerra) es otra pizca de sabiduría tradicional que no encaja en los hechos observables. La preparación para la guerra siempre ha conducido a la guerra, y es deprimente ver que esto se gesta hasta cuando hablamos.
Deberíamos agradecer a nuestras estrellas de la suerte que somos capaces de practicar aikido, donde el aspecto opuesto del espíritu humano se manifiesta.
Lo menos que podemos hacer es tratar y mantener la paz y armonía en nuestro entrenamiento de aikido, aunque parezca insignificante en comparación con la escala y el horror de los eventos destructivos globales. Hay más que suficiente conflicto el mundo de todas formas. Déjennos ver si podemos encontrar otro camino.

El Significado de Onegai Shimasu

"Onegai shimasu" es una frase difícil de traducir directamente al inglés (el original de este artículo está escrito en idioma inglés). La segunda parte "shimasu" es básicamente el verbo "suru" que significa "hacer" conjugado en tiempo presente. "Onegai" viene del verbo "negau" que literalmente significa "pedir (algo)" o "desear (algo)". La "O" en el comienzo es la "O honorífica" que hace a la frase más "honorable". Por supuesto, nunca deberíamos decir esta frase en particular sin esto, pero eso es lo que es. (no confundir esta "O" con la "O" en O´Sensei. La O en O´Sensei es en realidad "Oo" y significa "gran" o "grande".)
En la cultura japonesa, usamos "onegai shimasu" en muchas situaciones diferentes. La connotación básica es el sentimiento de intercambiar "buena voluntad" hacia el "futuro" de las dos partes que se encuentran. Por lo tanto, a veces es como decir "espero que nuestra relación contenga buenas cosas en el futuro". Lo usamos durante la celebración de Año Nuevo diciendo "kotoshi mo yoroshiku onegai shimasu" lo que traducido del japonés (con lo mejor de mis habilidades) significa "este año también pido buenas noticias para ti." Esa es la esencia.
Otra connotación es "por favor" como en "por favor permítame practicar con usted." Es un pedido utilizado a menudo para pedirle a la otra persona que le enseñe, y decirle que usted está listo para aceptar las enseñanzas de la otra persona.
Si se siente realmente, realmente humilde, puede decir "onegai itashimasu" que utiliza "kenjyougo" o la forma "humilde" del verbo. Esto lo ubica a usted más bajo en la jerarquía que la persona con quien está hablando (a menos que ambos usen la forma humilde - en cuyo caso, creo que todo se reduce a quien puede poner la nariz más cerca del suelo cuando se saluda).
Para pronunciarlo, lo transcribiría de la siguiente manera:
o ne gai shi ma su.
(El úlitimo "su" se pronuncia más como una letra S final, como en gas.)

Mokuso (Meditacion pre y post practica)

MOKUSO (Concentración)Mokuso permite el control de la mente a través de una respiración profunda.
La respiración debe realizarse por la nariz, manteniendo el aire en los pulmones unos instantes y presionando hacia abajo el diafragma. A continuación se expulsa por la nariz o por la boca según el estado en que nos encontremos.
Mediante el control de la respiración, el ritmo cardíaco se hace más lento, bajando el ritmo de pulsaciones por minuto, por eso Mokuso debe de practicarse siempre al principio y al final de un entrenamiento.
Al comienzo del entrenamiento, lo realizamos para controlar los pensamientos de la jornada conduciendo nuestra mente hacia la actividad que vamos a desarrollar. Al finalizar el entrenamiento lo realizamos para calmar nuestro cuerpo y espíritu y prepararnos para el descanso.

Tecnicas Animadas

Variadas




Juji Garami sobre ataque de Ushiro Katate Dori Kubi Shime


Irimi Nage sobre ataque de Yokomen Uchi


Nikio Ura sobre ataque de Shomen Uchi


Soto Kaiten sobre ataque de Katate Dori


Shiho Nage sobre ataque de Mune Dori


Soto Kaiten sobre ataque de Katate Dori



Irimi Nage sobre ataque de Yokomen Uchi


Koshi nague sobre ataque kata dori


Kote Gaeshi sobre ataque de Chudan Tsuki



Kokiu Nage sobre ataque de Mune Dori-Yodan Tsuki
yokomen uchi shionague

Como Doblar gi y Hakama / Como ponerse Hakama y Obi

PONERSE EL CINTURON


PONERSE EL HAKAMA

DOBLAR EL HAKAMA

DOBLAR EL GI

Que es el HAKAMA y quien lo usa

¿Qué es un hakama y quién lo usa?
Un hakama es esa pollera-pantalón que algunos aikidokas usan. Es una pieza tradicional de la indumentaria samurai. El dogi estándar usado en Aikido así como también en otras artes marciales como Judo o Karate era originalmente la ropa interior. Su uso es parte de la tradición de (la mayoría de las escuelas de) Aikido.
Los hakama originalmente tenían la intención de proteger las piernas de los jinetes de la maleza, etc.- no diferentes de los zahones de cuero de los cowboys. El cuero era muy difícil de obtener en Japón, así que se usaba ropa gruesa en su lugar. Después de que los samurai fueron desmontados como clase y se convirtieron en soldados de infantería, persistieron en usar las vestiduras de jinete porque los separaba y los hacía fácilmente identificables.
Existían diferentes estilos de hakama. El tipo usado por los artistas marciales de hoy - con "piernas" - se llama joba hakama, (aproximadamente, cosa para montar en la cual uno se mete). Un hakama que era una especie de pollera tubo - sin piernas - otro, y el tercero era una versión larga del segundo. Éste era utilizado en visitas al Shogun o al Emperador. Medía entre 3,6-4,5 metros de largo y se doblaba varias veces y se ubicaba entre los pies y por detrás del visitante. esto hacía necesario shikko (caminar de rodillas) para la audiencia y hacía improbable que pudieran ocultar un arma (los sirvientes los usaban). o levantarse rápidamente para hacer un ataque.
Se dice que los 7 pliegues en el hakama (5 en el frente, 2 en la parte de atrás) tienen el siguiente significado simbólico:
Yuki = coraje, valor, valentía
Jin = humanidad, caridad, benevolencia
Gi = justicia, rectitud, integridad
Rei = etiqueta, cortesía, civilidad (también significa reverencia/rendir tributo a alguien)
Makoto = sinceridad, honestidad, realidad
Chugi = lealtad, fidelidad, devoción
Meiyo = honor, crédito, gloria; también reputación, dignidad, prestigio En muchas escuelas sólo los cinturones negros usan hakama, en otras todos lo hacen. En algunos lugares las mujeres pueden empezar a usarlo antes que los hombres (generalmente el pudor femenino es la explicación - recuerde, un gi era originalmente la ropa interior).
O´Sensei era bastante enfático en el hecho de que todos usaran hakama, pero él venía de un tiempo y cultura no demasiado distantes del que el uso del hakama era como el de ropa formal estándar.

"La mayoría de los estudiantes era demasiado pobre para comprar un hakama pero se exigía usar uno. Si no podían conseguirlo de un pariente mayor, tenían que quitarle la funda a un viejo futon, cortarla, teñirla, y dársela a una costurera para convertirla en un hakama.Sin embargo, puesto que debían usar tintura barata, después de un tiempo el colorido estampado del futon comenzaría a entreverse y la pelusa del futon comenzaría a tratar de escaparse de la tela. "
Saito Sensei, acerca del hakama en el dojo de O´Sensei en los viejos tiempos.
"En el Japón de la posguerra muchas cosas eran difíciles de conseguir, incluyendo las telas. A causa de la falta, entrenábamos sin hakama. Tratamos de hacer hakama de las cortinas que se utilizaban para oscurecer las casas ante los ataques aéreos, pero debido que las cortinas habían estado colgadas en el sol por años, las rodillas se hicieron polvo tan pronto como empezamos a hacer suwariwaza. Estábamos constantemente emparchando esos hakama. Fue bajo esas condiciones que alguien vino con una sugerencia: "¿Por qué simplemente decimos que está bien no usar hakama hasta ser shodan?". Esta idea fue propuesta como una política temporaria para evitar gastos. La idea detrás de aceptar la sugerencia no tenía nada que ver con que el hakama fuera un símbolo de una graduación de dan." Shigenobu Okumura Sensei, "Aikido Today Magazine" número 41

"Cuando yo era uchi deshi de O´Sensei, a todos se les exigía usar hakama para practicar, comenzando con la primera vez que uno se paraba en el tatami. No había restricciones en la clase de hakama que se podía usar entonces, así que el dojo era un lugar muy colorido. Uno veía hakama de todas las clases, todos los colores y calidades, desde el hakama de kendo, pasando por el hakama rayado usado en la danza japonesa, al costoso hakama de seda llamada sendai-hira. Imagino que algunos de los jóvenes que comenzaban se veían entre la espada y la pared por tomar prestado el costoso hakama de su abuelo, el cual se usaba sólo para ocasiones y ceremonias especiales, y deshacer las rodillas en la práctica de suwariwaza. Recuerdo vivamente el día en que olvidé mi hakama. Me estaba preparando para pisar el tatami para la práctica, usando únicamente mi gi, cuando O´Sensei me detuvo. "¿Dónde está su hakama?" reclamó severamente. "¿Qué le hace pensar que pude recibir la instrucción de su maestro usando nada sino su ropa interior? ¿No tiene sentido de la decencia? Obviamente le falta la actitud y la etiqueta necesaria en alguien que persigue el entrenamiento del budo. ¡Vaya a sentarse a un lado y mire la clase!"Este fue sólo el primero de muchos regaños que recibí de O´Sensei. Sin embargo, mi ignorancia en esa ocasión inspiró a O´Sensei para sermonear a sus uchi deshi después de clase sobre el significado del hakama. Nos dijo que el hakama era la vestimenta tradicional para los estudiantes de kobudo y preguntó si alguno de nosotros conocía la razón de los siete pliegues en el hakama.
"Simbolizan las siete virtudes del budo," dijo O´Sensei. "Son jin (benevolencia), gi (honor o justicia), rei (cortesía y etiqueta), chi (sabiduría, inteligencia), shin (sinceridad), chu (lealtad), y koh (piedad). Encontramos estas cualidades en el distinguido samurai del pasado. El hakama nos inspira a reflexionar sobre la naturaleza del verdadero bushido. Usarlo simboliza tradiciones que nos han llegado de generación en generación. Aikido nace del espíritu del bushido de Japón y en nuestra práctica debemos esforzarnos para pulir las siete virtudes tradicionales."Actualmente, la mayoría de los dojos de Aikido no sigue la estricta política de O´Sensei sobre el uso del hakama. Su significado se ha degenerado de un símbolo de virtud tradicional al de un símbolo de yudansha. He viajado a muchos dojos en muchas naciones. En muchos de los lugares donde sólo los yudansha usan hakama, los yudansha han perdido su humildad. Creen que el hakama es un premio para mostrar, como el símbolo visible de su superioridad. Este tipo de actitud hace de la ceremonia de saludo a O´Sensei, con la cual comenzamos y finalizamos cada clase, un objeto de burla de su memoria y arte.Peor aún, en algunos dojos, a las mujeres de graduación kyu (y sólo las mujeres) se les exige usar hakama, supuestamente para preservar su pudor. Para mí esto es insultante y discriminatorio para las mujeres aikidokas. También es insultante para los hombres aikidokas, por asumir una mentalidad pequeña de su parte que no tiene lugar en el tatami de Aikido. Ver al hakama puesto para tan insignificante uso me entristece. Puede parecer una cuestión trivial ara algunas personas, pero recuerdo muy bien la gran importancia que O´Sensei le daba a utilizar el hakama. No puedo desestimar la importancia de esta prenda, y nadie, creo, puede cuestionar el gran valor de las virtudes que simboliza. En mi dojo y en sus escuelas asociadas aliento a los estudiantes a usar hakama sin importar la graduación. (No lo exijo antes de que hayan alcanzado su primer graduación, puesto que los principiantes en los Estados Unidos no tienen por lo general abuelos japoneses cuyos hakama puedan pedir prestados.) Siento que el uso del hakama y conocer su significado, ayuda a los estudiantes a estar concientes del espíritu de O´Sensei y mantener su visón viva.Si permitimos que la importancia del hakama se desvanezca, tal vez comencemos a permitir que las cosas fundamentales al espíritu del Aikido caigan en el olvido también. Si, por otra parte, somos fieles a los deseos de O´Sensei con respecto a nuestra vestimenta de práctica, nuestros espíritus pueden ser más fieles al sueño al cual él dedicó su vida."Mitsugi Saotome Sensei, "Los Principios del Aikido"

Etiqueta sobre el Tatami

Etiqueta sobre el Tatami
La etiqueta se basa en el respeto
La etiqueta es una parte muy importante en la práctica del Budo. Las reglas básicas provienen de la filosofía, y cultura propias del pueblo Japonés. Dicho de otra manera, la etiqueta de AiKiDo se basa en el respeto en primer lugar a uno mismo y hacia el Universo en el que vivimos y esto luego es trasladado hacia el sensei, los demás alumnos y compañeros , el lugar de entrenamiento, el equipo, y a “LAVIDA”
Existe un viejo dicho:Puedes no practicar AiKiDo y ser un caballero pero no puedes (o no deberías) practicar AiKiDo y no serlo.
Disposición del Dojo
Jerarquía de los Sitios
Se sitúan en el lado de Kamiza:
Shinden, Altar
Tokonoma, Espacio sobre-elevado
Shihandai, Lugar del profesor
Raihinseki, Lugar de los asistentes o de los expertos, o invitados de honor
El lado opuesto a Kamiza es Shimoza.
En el caso de que no exista ninguna marca especial (por ejemplo: tokonoma, shinden), el Kamiza se encuentra en el lado opuesto a la entrada. El fondo de una sala o de una casa es de rango más elevado que la entrada. El lado izquierdo, visto desde Kamiza, es el lado más honorífico.
Durante las demostraciones, el Kamiza es el sitio del representante del estado, de la bandera, o de la presidencia de la manifestación. En Europa, una foto de O Sensei orna el Kamiza y simboliza la transmisión de la enseñanza.
Algunos Dojos presentan una disposición particular que entraña algunos cambios: gyaku-shiki.
Etiqueta sobre el Tatami
No practiques la cortesía de una manera casual o descuidada.















Detente a saludar al entrar y salir del Dojo, en dirección del Kamiza y del retrato del fundador y una vez comenzada la clase solicita permiso si necesitas entrar o salir.
Algunos minutos antes del entrenamiento, deberéis estar allí preparados, sentados en seiza, todos sobre una misma línea, y en actitud de meditación. Estos minutos permiten a vuestro espíritu hacer el vacío, desembarazarse de los problemas de la jornada y preparan para el estudio.
La clase comienza y finaliza con una ceremonia formal. Es esencial estar a la hora para participar en ella; pero si llegáis con retraso, deberéis esperar sentados al lado del Tatami hasta que el profesor os haga una seña para incorporaros a la clase.
Coloca tus armas en los lugares habilitados para ello o allí donde no molesten y sean de fácil acceso, estando estas preparadas de tal manera que se puedan coger con facilidad y rapidez.





Observa a tus compañeros mas avanzados y sigue su ejemplo. No te sientes, termines de saludar ni te quites el equipo antes que ellos. Al alinearse para saludar, colócate a su lado a la misma altura dejando un espacio entre vosotros (el más antiguo a la derecha).
La manera correcta de sentarse sobre el Tatami es la posición seiza. Pero si estáis lesionados en las rodillas, os podéis sentar con las piernas cruzadas por delante del cuerpo y la espalda recta. Nunca estiréis las piernas ni os apoyéis en una pared o una columna. Deberéis estar dispuestos en cualquier momento. Cuando el instructor muestra una técnica, deberéis permanecer sentados en seiza y mirar atentamente. Tras la demostración, saludad al profesor, después a vuestro compañero y comenzad a trabajar.
Hablad lo menos posible sobre el Tatami. El AiKiDo es una experiencia.
No os acomodéis sobre el Tatami antes o después de las clases. Está reservado a aquellos que desean entrenarse.
El Tatami deberá ser barrido cada día antes de las clases,




y al final de la jornada. Cada uno es responsable de la limpieza del Dojo.



Durante el entrenamiento está prohibido comer, beber y masticar chicle.
Llevar reloj o joyas durante el entrenamiento no es recomendable, ni para el que los lleva ni para los compañeros.


El Keikogi deberá estar limpio y en buenas condiciones así como el Keiko obi (el cinturón) y la Hakama. Acostúmbrate a doblarlos cuidadosamente.
Siempre maneja las armas respetuosamente. No te apoyes en ellas, ni las tires al suelo. Asegúrete de que están bien mantenidas y libres de astillas.
A tener en cuenta
En cuestiones de etiqueta, la finura de su aplicación puede variar de sensei a sensei, y el grado de rigidez varia de Dojo a Dojo. Aplica la etiqueta de tu Dojo allá donde vayas.

Psicologia del Aikido

Psiología del Aikido
Por: George S. LedyardTraducción: Katalin Nemeth (voluntaria)
Son muchas las personas que ya conocen el Aikido, un arte marcial no violento de origen japonés que permite la autodefensa sin proporcionar daños serios al atacante. No obstante, son pocos los que saben que el fundador de Aikido, Morihei Ueshiba concibió el Aikido como un medio de transformación personal y, por consecuencia, una manera de mejorar el mundo.
Es muy interesante ver un mecanismo que hace que un arte marcial promueva la Paz. Es común escuchar decir a la gente que el Aikido es el Zen en movimiento. Pero sin practicar Aikido es difícil comprender qué significa en realidad esta afirmación. Usualmente el Aikido se practica a través de movimientos en pareja, en la que una de las personas es designada como el atacante (o la persona que inicia la interacción) y la otra como defensor (o la persona que intenta armonizar con la energía del atacante, redireccionarla y resolver el conflicto poniendo al atacante en una posición desde la cual ya no puede seguir atacando). Aún así, lo anterior no se inscribe dentro de un marco de competencia. Más bien, la práctica de Aikido es completamente cooperativa. Cada uno de los practicantes intenta actuar a partir de un compromiso total con su papel, de manera de facilitar la práctica conjunta.
Pero, ¿qué es lo que hace que semejante práctica tenga un efecto transformador? Uno de los elementos es la naturaleza misma de la interacción en el Aikido. El papel de cada practicante requiere que éste se concentre por completo en mantenerse "conectado" con el centro de la otra persona. En otras palabras, después del ataque inicial ambos se proponen a experimentar la totalidad del movimiento y de la energía de la técnica de no resistir al otro. Si cada uno pone toda su atención en armonizar con la energía del otro, entonces ¿quién domina la técnica?
Éste es el aspecto meditativo de la práctica de Aikido. Nada puede ser forzado o la interacción se quiebra y se convierte en algo mecánico. La verdadera no-resistencia requiere 'dejar ir' muchas de las inseguridades creadas por el propio ego y que son causantes de muchos conflictos. En la meditación Zen uno no logra la paz mental reprimiendo los pensamientos externos, sino toma conciencia de éstos sin 'engancharse'. De la misma manera, en el Aikido uno no se 'engancha' con la fuerza de un ataque sino, más bien usa movimientos naturales que permiten soltar esa fuerza y lograr un nuevo balance en el que el conflicto intrínseco se resuelve. En palabras de un maestro de meditación "No puedes parar las olas, pero puedes aprender a surfear".
Los movimientos de Aikido reflejan los movimientos y energías esenciales de la naturaleza. Y es en este punto donde encontramos otro aspecto de la práctica de Aikido que propicia la transformación personal. La psicología Jungiana dice que no somos una sola y unificada persona, sino una serie de personalidades o egos, siendo algunos de éstos conscientes y otros inconscientes o repudiados. Mejorar la salud mental implica un proceso de integración de estos aspectos, muchas veces en conflicto, en 'una sola persona' consciente de los diferentes lados de su propia naturaleza.
Nuestros egos repudiados habitualmente conllevan nuestros aspectos socialmente inaceptables o que no encaja con nuestro yo primario, que es lo que mostramos hacía el mundo externo. Es por eso que muchas veces se les refiere como nuestro 'lado oscuro'. En gran medida una terapia consiste en tomar conciencia de este lado nuestro y reconocer que la energía allá contenida es también parte de nosotros mismos.
Las técnicas de Aikido son diseñadas para ser ejecutadas sin causar daño en el otro, al margen del hecho que las energías que uno canaliza son tanto benevolentes - por ejemplo un chorro de agua o una brisa refrescante - como potencialmente destructivas - como un maremoto, un huracán o un tornado. Ambas son naturales, pero bien podríamos decir que representan los lados claro y oscuro de la Naturaleza. Así, en el contexto de la práctica de Aikido uno puede expresar su lado oscuro e integrarlo con el lado claro de una manera segura, pero que no implica reprimir o repudiar la energía del lado oscuro.
Una persona que le tiene miedo a su propia ira reprimida y relegada a nivel subconsciente, puede soltar esta energía repudiada por mucho tiempo sin peligro dado que la naturaleza de la práctica permite hacerlo en una forma segura y en dosis controlables. Un alumno con infancia caótica e impredecible puede haber desarrollado una personalidad primaria controladora, intentando lograr cierto nivel de certeza, y por ende seguridad, en su ambiente. La práctica de Aikido no sólo contribuirá a que esta persona supere su necesidad de 'control' sino incluso le enseñará que la verdadera seguridad no está en tratar de controlar lo incontrolable.
El Aikido se trata de lograr un balance, tanto psicológico como físico, entre nuestros diferentes lados. Nos pide darles vuelta a los bloqueos que nos afectan en todos los ámbitos de nuestras vidas. El fundador del Aikido anhelaba que suficientes personas descubrieran su arte porque de esta manera las sociedades y el mundo también serían mejores. Tal como los individuos, cada sociedad tiene su lado primario y repudiado. Mientras más miembros de la sociedad tengan mayores niveles de conciencia, inevitablemente comenzarán a incrementar la conciencia colectiva y permitirá trabajar en ella.

El Aikido como arte marcial

Artes marciales y Budo: el AIKIDO como arte marcial

Las artes marciales tradicionales nacen en Oriente, en un entorno político social de grandes desigualdades generadoras de una opresión del más fuerte sobre el más débil. El resultado de dicha opresión se reflejaba en numerosas guerras en las que las clases más altas se veían favorecidas al disponer de mayores recursos bélicos. Ello obligó a los campesinos a reaccionar creando diferentes métodos de combate para salvaguardar su integridad ingeniando diferentes sistemas de lucha a partir de la utilización de diferentes partes del cuerpo (brazos, piernas, etc.) o incluso, armas, que generalmente se correspondían con útiles de trabajo. Así fue como las clases más desfavorecidas pudieron hacer frente al yugo de los opresores, desde su ingenio y sacrificio. Con la desaparición de estos conflictos bélicos y la aparición de nuevas tecnologías de guerra, las artes marciales perdieron su razón de ser. No tenía ningún sentido el uso de las artes marciales en un contexto en el que existían otros medios para la resolución de las guerras. No obstante, las artes marciales no desaparecieron, conservando su arraigo social e incluso exportándose a Occidente.
Sucede que los conflictos interpersonales siguen latentes en la sociedad aunque se reflejen desde otras perspectivas: laborales, familiares, económicas, etc. Por desgracia siguen existiendo guerras pero ya no se acude a las artes marciales para resolverlas dadas las tecnologías existentes. Las artes marciales se enfrentan a todas estas manifestaciones actuales de conflictos interpersonales, analizándolos desde su origen, esto es, el propio individuo. Se trata ahora, no de reaccionar frente a una agresión, sino de superar el propio conflicto desde el fortalecimiento espiritual del individuo, anticipándose al mismo para evitarlo. Nos encontramos con otro tipo de marcialidad, la psicológica, en la que constantemente nos enfrentamos con nuestros miedos, complejos, deficiencias o debilidades, y en la que el único oponente somos nosotros mismos. Es la “lucha contra uno mismo”. Las artes marciales son idóneas para acometer esa auto-lucha con el entrenamiento físico constante, acudiendo al dojo cada día con la finalidad de mejorar nuestra técnica y movimientos; superando nuestras limitaciones físicas y enfrentándonos a ellas con nuestra propia voluntad; controlando el dolor y el cansancio; desarrollando nuevas sensaciones, como la búsqueda del ki. Con todo ello estamos fortaleciendo nuestro espíritu y, en definitiva, madurando la mente. Nos enfrentamos a nuestras limitaciones físicas y psíquicas desde nuestro propio trabajo o entrenamiento, sin necesidad de combatir con nadie para demostrar nuestra fortaleza. Desde esta perspectiva no es necesario el enfrentamiento contra nadie para constatar nuestra evolución porque solo el propio individuo se conoce, o se puede conocer, a sí mismo. Se trata de un trabajo exclusivamente personal.
Al final de todo llegamos al concepto Budo, respecto del que O Sensei dijo: “Estás en un error si crees que el Budo significa tener oponentes y enemigos, y ser fuerte y cruel con ellos. La verdad del Budo es ser uno mismo con el universo, esto es, estar en unión con el centro del Universo”. Ideas como autosuperación, autocontrol, nos pueden servir como base para la mejor comprensión del Budo.
Aikido, arte marcial moderna que adopta el verdadero sentido
La mayoría de las artes marciales orientales fueron exportadas a occidente. Sucedió que la mentalidad oriental sobre estos temas diverge bastante de la occidental, ya que el enfoque relativo a los códigos de conducta, sacrificio y disciplina es mucho más intenso desde la perspectiva oriental. Para realizar la exportación fue necesario introducir un factor que hiciera atractivo el mundo occidental estas artes de lucha; ese factor fue la competición. Aparentemente se había conseguido difundir o promocionar las artes marciales, pero la introducción de la competición provocó el declive del elemento básico en toda arte marcial, el Budo. Asimismo, algunos elementos propios de las artes marciales, como la disciplina o pautas de comportamiento, fueron desapareciendo. En las artes marciales en las que existe el factor competitivo todo se enfoca hacia ello. Se deja a un lado todo lo relativo a la disciplina marcial y códigos de conducta, centrando la atención en la derrota del contrario, en el triunfo de uno sobre otro. Así las cosas, se necesita de un oponente para ver nuestra evolución. La atención se fija en el contrario y en nuestras posibilidades sobre el contrario, y no se analiza el individuo en sí. Se olvida el factor marcial dando mayor importancia al deportivo. Consecuencia de esta internacionalización de las artes marciales desde el punto de vista competitivo, es la aparición de otras disciplinas o deportes de lucha, en los que la ausencia de un soporte filosófico es total. En estos deportes de lucha el único objetivo es la preparación para vencer frente a alguien, se necesita del oponente para demostrar la evolución, ¿demostrar a quién y por qué?. La carencia de un código ético en la formación de estos deportistas podría ser peligrosa.
En el Budo lo único que importa es el individuo, su superación personal y el fortalecimiento del espíritu. No hay que demostrar nada, solo hay que trabajar interiormente para evolucionar y crecer. El contrario no es un oponente sino alguien que nos ayuda en el do (camino). Cuando practicamos o ejecutamos una técnica trabajamos en grupo con el uke para mejorar nuestros movimientos en busca de la perfección absoluta; no buscamos la derrota del mismo ya que en ella se acabaría nuestra posibilidad de encontrar la perfección. En esa perfección se encuentra el verdadero Budo, y desde esa perfección es innecesario el conflicto. Con todo esto vemos que las verdaderas artes marciales que se impregnan del Budo se anticipan al conflicto físico evitándolo.
En el aikido podemos encontrar la esencia del Budo. Cuando ejecutamos una técnica buscamos su perfecta ejecución, debemos de intentar combinar adecuadamente las ideas de control, fluidez y energía, de tal forma que podamos ejecutar el movimiento prácticamente sin esfuerzo físico. Sucede que es posible que nos salga bien la técnica con un uke determinado, pero no todos los ukes tienen la misma forma de respuesta, así que debemos de seguir investigando y trabajando en esa perfección, siendo que uke es quién nos ayuda en la labor; al no existir competición no hay afán de destrucción sino de crecimiento o perfección personal. Ese intenso trabajo en busca de la perfección provoca un fortalecimiento del espíritu que nos ayuda a enfocar los conflictos interpersonales desde el trabajo personal interior, concienciándonos en nuestra potencialidad.
Cuando realizamos ejercicios individuales que requieren cierto grado de sacrificio, por el dolor que se sufre o por el cansancio que provocan, debemos procurar aislarnos y controlar mentalmente esa situación. Ese control solo lo puede llevar a cabo el propio individuo. No se trata de llegar a un estado de masoquismo en el que se deba disfrutar con el dolor, sino de intentar superar o soportar un estado crítico desde la concentración y el estudio del ejercicio en sí. Un ejemplo muy representativo de lo que acabo de exponer es la realización de shomen con un suburi boken en sonkyo. Si realizamos los cortes en tachiwaza nos acordaremos antes del dolor después de varios cortes, pero desde la posición sonkyo nos olvidamos completamente de ese dolor en los brazos porque es más dolorosa la posición sonkyo. Esto significa que con este ejercicio hemos aislado o desplazado el dolor de los brazos por existir otra circunstancia que supera a la anterior, que podría ser la posición sonkyo, pero que realmente es nuestra mente, que se ha olvidado del dolor en los brazos, desplazándolo a las piernas. Debemos de creer en la posibilidad de desarrollar un control mental desde esta perspectiva centrando nuestra atención en otra circunstancia, que bien podría ser el estudio de lo que hacemos, es decir, la totalidad del ejercicio y sus detalles.
El código de conducta y disciplina marcial está presente en el aikido. El saludo en el dojo, el respeto a los compañeros y al maestro, el comportamiento y las formas dentro del dojo, son todas ellas cosas que llevan aparejadas un significado de respeto y agradecimiento que, una vez asimiladas, nos hacen crecer personalmente.
Aikido y su proyección práctica
En numerosas ocasiones, y después de mis pocos años de experiencia como aikidoka, he oído la pregunta: ¿el aikido sirve para la calle?. Para contestar esa pregunta debemos de haber comprendido y reflexionado sobre todo lo que he expuesto con anterioridad ya que desde la idea del Budo nos colocamos en una situación en la que se pueden superar todo tipo de conflictos. Dejando a un lado los conflictos derivados de agresiones físicas, en los que profundizaré más adelante, debo decir que el aikido trata de inculcar en los practicantes un sentimiento de superación para la perfección, y en definitiva de fortaleza (tanto física como psíquica). Un problema personal puede ser equiparado a una técnica que no nos sale bien. El trabajo incesante en buscar la perfección del movimiento crea en el aikidoka un sentimiento de sobreposición a la adversidad, de superación de un conflicto. Cuando conseguimos ejecutar correctamente la técnica debemos de ser conscientes de que antes hemos pasado por un duro proceso de aprendizaje que hemos superado con éxito. Así las cosas, cuando nos encontramos ante un problema personal debemos de enfocar el tema desde el trabajo que hay que realizar para superarlo y esta cuestión se integra inconscientemente cuando practicamos aikido.
Visto lo expuesto, parece que el aikido sí sirve para la calle, no obstante me detendré en el enfoque del aikido desde la perspectiva de la defensa personal. En mi opinión “aikido defensa personal” y ello por todo lo que he manifestado anteriormente: el aikido es budo, va más allá intentando evitar el conflicto unilateral o personal. El aikidoka supera todo tipo de conflictos bilaterales de lucha porque no tiene esa necesidad de enfrentarse a nadie para demostrar nada. Sin embargo, puede suceder que no podamos evitar el conflicto porque éste sea inminente o porque no hayamos podido convencer al contrario de que no ataque (recordemos las enseñanzas de O Sensei que postulaban la finalidad del aikido como arma para convencer al contrario para que no atacase); en este caso el aikido se muestra como un efectivo y peligroso sistema de defensa porque:Dado que constantemente busca la perfección en sus movimientos, está más preparado para terminar con éxito la ejecución de alguna técnica; en la búsqueda de la perfección se encuentra implícito el elemento control, que asegurará la resolución de la técnica. La perfección del movimiento o técnica se aprende desde la constante repetición de movimientos, esta circunstancia asegura un movimiento rápido y espontáneo. No debemos de pensar que si nos atacan de una determinada manera debemos responder con esta técnica o con la otra, sino que la respuesta será libre y natural, tal y como es el aikido, acorde con las circunstancias del caso concreto, lo que se conoce como espíritu aiki en su concepción moderna, esto es, adaptación.Se conocen los defectos en la ejecución de un ataque, que nos sitúan por encima del atacante en la medida en que podemos golpear con atemi en esos huecos desprotegidos que deja el atacante o incluso en los puntos vitales de su cuerpo.Desde el concepto zanshin podemos percibir todo lo que rodea a una situación de lucha, siendo consciente de las posibilidades que nos brinda el entorno, incluso en un sup8uesto de varios atacantes. El ma-ai o distancia correcta nos brinda seguridad, y su ruptura crea una reacción ante la crisis de ese espacio vital creado por el ma-ai, bien a través de una técnica, bien a través de un ukemi (colocación en un sitio seguro).El desarrollo del ki desencadena una energía que nos permite un enfrentamiento contra un atacante de mayor fortaleza física, así como la posibilidad de incrementar la potencia de nuestros movimientos o técnicas
Por último cabe decir que en una situación de máximo peligro en la que el aikido deba de ser utilizado como útil de defensa vital no existen reglas de respuesta a la agresión y las técnicas pueden ser ejecutadas al cien por cien, con total libertad y variaciones posibles, lo que se traduce en la posibilidad de acudir a recursos menos decorosos.

lunes, 16 de febrero de 2009

Principios

PRINCIPIOS EN AIKIDO

Existen en Aikido varios principios que pueden hallarse además en todas las artes marciales asi como en cualquier actividad deportiva, tales como agilidad, coordinación, velocidad, tempo, etc. Sin embargo, algunos principios son específicos de cada arte. Los principios que se relacionan a continuación no solo están presentes en en el estilo Tomiki si no en todos los estilos de Aikido. Esta es una breve descripción de varios de estos principios.
KAMAEEn Aikido es muy importante mantener el centro de gravedad del cuerpo estable mientras se ejecuta una técnica. Si este principio no se da, las técnicas seran inofensivas. Así, una postura estable permitirá al aikidoka mantener su centro de gravedad estable. Un correcto Kamae hará que el aikidoka desarrolle una linea recta entre cabeza, caderas y pies. Gracias a esto, cuando se ejecute una técnica, el correcto alineamiento del cuerpo producirá una gran fuerza mientras se mantiene el equilibrio.
MA-AIPara entender el concepto de Ma-ai, pensemos en un partido de tenis. Juega un tenista experto contra uno novato. El experto siempre parece estar en el sitio y el momento correcto, mientras el novato siempre se encuentra fuera de posición. En Aikido eso se define como Ma-ai, literalmente “Armonía de espacio” y principio fundamental en la ejecución de cualquier técnica. Frente a un oponente siempre debes estar calibrando los cambios que se producen en Ma-ai y así nunca deberás colocarte demasiado cerca para poder ser golpeado, ni demasiado lejos para poder ser contraatacado. Esto cambia con cada oponente, y por eso, el entrenamiento con diferentes personas de diferentes grados hará que desarrolles la habilidad de calibrar el Ma-ai.
ATEMIUeshiba sensei afirmaba que atemi (golpear el cuerpo) constituye el factor principal para el éxito de una técnica de Aikido. En Aikido es un golpe que se efectúa normalmente con la mano o el codo y que va dirigido hacia un punto vulnerable del cuerpo, buscando la distracción del oponente en vez del mero hecho de hacer daño con el golpe. Un correcto atemi nos puede ayudar a:
Anticiparnos al ataque de nuestro oponente precipitando su acción ofensiva o desencadenando una acción defensiva que aprovecharemos en su contra.
Aflojar la presa con la que nos sujeta.
Anular un posible contraataque durante la ejecución de nuestra técnica y como ayuda para la posterior proyección.
ZANSHINEn cualquier arte marcial así como en Aikido, se debe mantener total atención hacia tu oponente y lo que te rodea. Este concepto se conoce como Zanshin. Un correcto Zanshin permite mantener una conexión con tu oponente no solo durante la ejecución de una técnica, sino durante y también después de esta. Una buena actitud es siempre estar atento a tu oponente u oponentes y nunca dar la espalda ofreciendo la posibilidad de ser atacado. Así, mantener contacto visual y buena concentración mientras se ejecuta una técnica es un principio en Aikido.
KOKYUNo hay Aikido sin Kokyu. Kokyu significa “respirar”, aunque no solo en el sentido físico de la expresión. Todos los movimientos en Aikido requieren Kokyu en tanto se entiende que el Ki (energía vital) se capta y fluye al exterior del cuerpo a través de la respiración y de la imagen mental de que sucede así. Nuestra respiración ha de ser lenta, profunda, concentrada en el abdomen y además efectuada a ser posible por la nariz con lo cual conseguiremos facilitar la coordinación, la fluidez y el ritmo de nuestras acciones.Es posible incrementar la energía total en un momento dado practicando como sigue:
Inspirar:
Al abrir brazos o piernas y en movimientos de retroceso.
Mientras se esquiva o se percibe un ataque.
Mientras se prepara una técnica.
Expirar:
En movimientos de cierre, flexión, torsión o avance.
Mientras se desequilibra a uke.
En la fase final de una técnica.
KUZUSHIEs extremadamente difícil aplicar una técnica de Aikido a menos que antes hayamos roto el equilibrio de nuestro oponente. Para conseguir esto debemos utilizar los principios de tai-sabaki y/o atemi y así lograr la ruptura del equilibrio hacia una de las ocho direcciones o happo no kuzushi.
IRIMI Y TENKANEl principio de irimi es fundamental en la mayoría de los movimientos de Aikido. La idea de irimi o “entrar” es movernos fuera de la linea de ataque del oponente hacia su “angulo muerto” en el cual ya no le es posible atacarnos. El opuesto de irimi es tenkan. El principio de tenkan o “girar” nos permite pivotar sobre un ataque inminente describiendo un movimiento circular alrededor del oponente. Estos dos conceptos deben ser entendidos juntos ya que aunque sean opuestos también están unidos. Se dice que “Todos los movimientos tenkan contienen irimi y viceversa”
MUSUBILa palabra musubi puede ser traducida como “interacción en armonia”o “unión en armonía” y en Aikido expresa la capacidad de “unirnos” con la energía y el movimiento de nuestro oponente tanto física como mentalmente. Ya que el Aikido es por definición “el camino de la unión con el Ki”, uke es dominado en su actitud agresiva porque tori une su Ki con el de él. Todo practicante de Aikido debería esforzarse por conseguir alcanzar la verdad que encierra este principio.
MUSHINCuando nos enfrentamos a un ataque, deberíamos tener un estado mental que reaccionase ante la situación de una forma espontanea y nunca predeterminada. En Aikido a este estado mental se le llama mushin o estado de no-mente. Un estado al que solo es posible llegar despues de mucha perseverancia y constante entrenamiento, un estado en el cual ya no habría que preocuparse de si “este brazo está bien aquí” o “no he movido bien la pierna”. Se alcanza un nivel en el cual nuestra percepción, evaluación y reacción ante esa situación fluyen rápida y consecutivamente, sin pensar. “Totalmente vacío, totalmente en calma” este es el principio de mushin.
TAI-SABAKIEl tai-sabaki o “movimiento corporal” provee de la capacidad para evitar un ataque, colocándonos de tal forma que nos permita contraatacar si fuera necesario. Existe una estrecha relación entre tai-sabaki y los mencionados principios de irimi y tenkan. Estos tres principios están asociados al movimiento y se pueden observar en unsoku y tandoku-undo. Con la práctica, el tai-sabaki hace que el cuerpo del aikidoka responda a ataques específicos de forma subconsciente.
SENEl principio sen se encuentra dividido en otros tres principios, estos son:
Go-no-sen o “iniciativa en defensa” es meramente una acción defensiva. Así, el aikidoka no se anticipa a la intención de su oponente si no que reacciona una vez este ha lanzado el ataque. Podemos encontrar un ejemplo de esto en tanto randori.
Sen-no-sen o “iniciativa” permite una acción ofensiva. Gracias a este principio, el aikidoka comienza a ejecutar una técnica antes de ser atacado. El Randori-no-kata ejemplifica este principio ya que tori siempre inicia las técnicas.
Sen-sen-no-sen puede ser traducido como “iniciativa superior” y es la forma más alta de sen. Siguiendo este principio, el aikidoka toma la iniciativa en el reducido intervalo de tiempo que transcurre desde que su oponente ha pensado atacar y su cuerpo ha comenzado a moverse. Se trata de “sentir” el ki agresivo del contrincante en el mismo instante en que este estalla y actuar en consecuencia. Considerada la forma sen más difícil, es también un elevado objetivo a conseguir en Aikido y debemos tenerlo siempre presente aproximándonos a él lo más posible.

Fotos y Video de TATA














Realizando el Potencial en Aikido

Realizando el potencial del Aikido

Las virtudes del Aikido
La popularidad del Aikido tanto en Japón como en el exterior es un fenómeno posterior a la Segunda Guerra Mundial. Los primeros estudiantes del Fundador Morihei Ueshiba, tales como Koichi Tohei, Kisshomaru Ueshiba, Gozo Shioda, Kenji Tomiki y otros, seguidos por sus propios estudiantes, fueron principalmente, los responsables del crecimiento de este arte en una escala internacional.
¿Que factores fueron los responsables del gran atractivo del Aikido? Muchas personas observando el arte por primera vez comentaron de la belleza y de la gracia en las técnicas de Aikido. El atacante es arrojado aparentemente sin realizar ninguna aplicación de fuerza y aun así, no evidencia ningún daño por el encuentro. La promesa de un arte de defensa propia que protege al individuo mientras cuida al agresor es un concepto atractivo en términos filosóficos y morales en un mundo donde el espectro de las batallas parece estar constantemente presente. Las bases éticas del Aikido apelan al más profundo instinto de supervivencia del hombre. Al mismo tiempo, este arte provee una alternativa única a las técnicas violentas de otras artes marciales que provocan la repugnancia moral en muchos.
A nivel físico, el Aikido tiene mucho que ofrecer para una conciencia sana. Los beneficios acumulativos de los ejercicios de calentamiento, estiramientos, proyecciones y caídas son considerables. Muchos practicantes han pasado por dramáticas transformaciones físicas a través del entrenamiento del Aikido en el camino de un estilo de vida saludable.
El ambiente social que se desarrolla en los dojos de Aikido es una parte muy importante de la experiencia en el entrenamiento de muchos practicantes. El Aikido tiende a abarcar un amplio rango de edades y los estudiantes continúan por más tiempo que en las artes centradas en la competición, principalmente dominantes del público joven. También, creo que será acertado decir que, en porcentajes, el Aikido tiene el mayor número de practicantes mujeres que cualquier otro arte marcial. Todo esto contribuye a un más fuerte sentido de comunidad. Para muchos estudiantes de Aikido, el dojo es una extensión o hasta inclusive un sustituto de sus familias.
Aikido: el arte no-marcial
Por todos los beneficios positivos del entrenamiento en Aikido, este arte aun no ha sido reconocido por su gran potencial como una fuerza social por promover la armonía entre las personas. Aunque los reracionamientos no parezcan obvios, creo que esto se debe en gran parte, a que este arte se distancio de sus raíces marciales. Es la atmósfera marcial establecida en el dojo la que permite a los estudiantes desarrollar los conocimientos del mundo real y elevar el entrenamiento más allá de tan solo un sistema de salud. La negación del lado marcial del Aikido puede ser explicado en parte, por circunstancias históricas.
La sociedad Japonesa de la posguerra rechazaba la mentalidad militarista que llevo al país a participar de la Segunda Guerra Mundial. Dado este clima de disgusto, donde la práctica de las artes marciales fue prohibida por muchos años, la naturaleza marcial del Aikido fue suprimida. Como consecuencia, lo que permaneció del arte, que fue absorbido por cientos de miles de estudiantes era – con algunas excepciones – algo muy diferente al concepto original del Fundador. Las técnicas del Aikido retuvieron solo la forma externa de un arte marcial, con tendencia a ser practicado con una intensidad de devoción marcial. Consideremos algunos de los factores que causaron la caída rápida del Aikido como arte marcial.
Ataques débiles
La raíz del problema, tal como yo lo veo, reside en la debilidad de los ataques, comunes en los dojos de Aikido de nuestros días. Los estudiantes raramente reciben instrucciones de cómo atacar efectivamente, dar un golpe, agarres, ahorcamientos ocasionales o técnicas de patadas. La situación es más exacerbada debido a la falta de intención o enfoque durante un ataque. La ausencia de un firme intento de parte del atacante afecta el estado mental de la persona ejecutando la técnica. Ambos lados están en conocimiento – aunque sea subconscientemente – del riesgo mínimo de daños de entrenar bajo estas circunstancias. Paralelamente, la forma de enfoque mental necesitada para desarrollar conocimientos reales de autodefensa esta ausente en el entrenamiento.
Descuido del atemi y del kiai
Un estudio del arte del Fundador revelara su énfasis en atemi (golpes preventivos) y los kiai (gritos combativos) como una parte integral de las técnicas. O-Sensei puede ser visto ejecutando atemi y kiai inclusive en películas de sus últimos años, cuando su Aikido se había vuelto mucho menos físico.
Atemi y kiai van de la mano, y son herramientas importantes para parar o redireccionar la mente del atacante y desequilibrarlo satisfactoriamente. Inclusive aun si el golpe físico no es realizado, un estado mental que previene o interrumpe el ataque es un componente vital del estado mental del Aikido. Aun que en muchos dojos hoy en día, el uso de atemi o kiai produciría menosprecio del profesor a cargo, quien los consideraría crudos, con significado violento que no tienen lugar en el arte de la “armonía”. Este malentendido común indica la falta de entendimiento del origen de este arte marcial y de la teoría y practica del Fundador.
Fallas para desequilibrar al atacante
La combinación de ataques débiles, la falta de atemi y kiai en la practica de Aikido llevan inevitablemente a los practicantes a intentar ejecutar las técnicas sin primeramente desequilibrar al atacante. Un atacante desmotivado sabiendo de antemano la técnica a ser aplicada no es fácilmente traído bajo control. Esto introduce un elemento artificial de confabulación en la interacción entre los practicantes, resultando en una atmósfera de entrenamiento que es fundamentalmente diferente de la intensidad de un encuentro real.
Uso de la fuerza y lanzamiento “creíbles”
La consecuencia lógica de los lapsos del entrenamiento mas arriba mencionado es la ejecución de proyecciones y giros desordenados e imprecisos. Debido a que el control total de atacante no es alcanzado, normalmente se vuelve necesaria para la persona que proyectara al atacante, la utilización de la fuerza física de manera a completar la técnica. Esto se encamina al choque y aumenta el riesgo de lesiones.
Otro escenario es que ninguno de los dos practicantes pondrá ningún esfuerzo serio en la técnica y el intercambio de las mismas entre ellos, es tan solo algo más que una coreografía confabulada.
El progreso de los practicantes adiestrados en un entorno en el cual el “filo marcial” este ausente y donde el sonido de los principios de entrenamiento no son observados, necesariamente será retardado. Lo que es peor, algunos que resulten de este tipo de entrenamiento tendrán la ilusión que sus conocimientos serán viables en situaciones reales.
Deterioro físico prematuro de instructores
Sospecho que cierto segmento de la población de Aikido acompañara las observaciones mas arriba mencionadas. En la otra mano, el siguiente tema traerá sin duda controversias en varias esferas.
En mis 40 años envueltos en el Aikido he observado a numerosos profesores pasar de sus picos físicos a un estado de declinación física y, en algunos de estos casos, a una pronta desaparición. Todos también han acelerado frecuentemente el proceso inevitable de envejecimiento a través de optar por una pobre calidad de vida. A la par que sus cuerpos envejecen, los profesores generalmente adaptan sus técnicas para compensar sus dolencias físicas y la disminución de su habilidad de movimiento. Mas aun, ellos ya no encuentran atractivo a la practica de “dar y recibir” donde los papeles de uke(persona que ataca) y nage(persona que aplicara la técnica) son alternativos. Ellos se vuelven “Profesores”, pero dejan de ser “practicantes” de la forma que fueron en los años formativos de entrenamiento.
La deserción de los profesores de las practicas en los entrenamientos en pares, sea resultante o no de una decisión conciente, tiene un efecto de alcance profundo en sus carreras dentro del Aikido. Dejando de hacer los ejercicios de calentamiento y ejecutar caídas, ellos disminuyen el acondicionamiento y la flexibilidad de sus cuerpos. Enfocándose exclusivamente en técnicas de proyección contribuye a un debilitamiento general de la estructura del cuerpo y de la tonificación muscular, invitando a las lesiones.
Como profesores, que raramente practican con sus pares pasando cierto punto de su entrenamiento, una gorra artificial es colocada en su progreso debido a que su ámbito de compañeros de entrenamiento es limitado primariamente a sus propios estudiantes, quienes casi siempre poseen un nivel inferior de conocimientos.
Remedios
Mucho de lo que se necesita hacer para restaurar la naturaleza marcial del Akido de acuerdo a la visión de O-Sensei envuelve el corregir los pobres hábitos de entrenamiento, mencionados mas arriba. He aquí una lista de pasos concretos que pueden ser tomados, que literalmente revolucionaran al Aikido y restauraran su gran potencial como una fuerza para el mejoramiento social.
Enseñando técnicas de ataques
Antes que nada, gran atención debe ser enfocada a enseñar a los estudiantes de Aikido a como atacar efectivamente y con una resolutiva intención. Esto podría requerir que algunos profesores entren en algún tipo de entrenamiento cruzado (cross-training) a manera de adquirir los conocimientos necesarios para ellos mismos.
¿Que tipo de ataques deberían ser introducidos en el dojo de Aikido? Esto tendrá que ser una decisión personal de parte del instructor a cargo. Creo que conocimientos básicos de golpes de puño del karate, boxeo o algún otro sistema sofisticado debería ser considerado.
Los estudiantes también deberían familiarizarse con las patadas, al menos, a un nivel elemental. Aun considerando que no son tan comunes como los golpes de puño, es muy posible que uno sea confrontado con patadas en un encuentro real.
Aprendiendo las defensas contra patadas también ayuda a los estudiantes a sobrepasar el problema común de la “visión de túnel”. Por ejemplo, los principiantes tienden a enfocar su atención al aspecto inicial de un ataque – usualmente un golpe de puño o un agarre – y fracasan en reconocer la posibilidad de un ataque secundario. Cuando los estudiantes relacionan que ellos deben considerar otro ataque, tal como la probabilidad de la llegada de una patada, su estado de alerta mejora.
Aprendiendo a como patear correctamente también incrementara el conocimiento de caídas en los estudiantes de Aikido debido a que las caídas durante las ejecuciones de las patadas son mucho más difíciles y peligrosas. Se debe tomar cuidado y proceder lentamente debido a que el riesgo de lesiones es alto.
Entre los sistemas de Aikido existente, el Yoseikan Aikido desarrollado por Minoru Mochizuki toma una especie de acercamiento ecléctico que incorpora elementos de diferentes artes. A los estudiantes de este sistema se les enseña karate básico, judo y conocimientos de armas, como parte de su entrenamiento.
Aparte de esto, uno podría querer introducir ataques que envuelvan armas – tanto con filos o sin el. El entrenamiento con armas es una herramienta muy útil para enseñar la importancia del maai (distanciamiento) bajo diferentes circunstancias y ofrecer muchos beneficios. El curriculum del Iwama Aikido de Morihiro Saito es un ejemplo de un sistema cercano al entrenamiento con armas.
El resultado final de mejorar la calidad de los ataques tendrá un gran enfoque durante los entrenamientos y en la creación de una atmósfera de seriedad y respeto hacia cada compañero. Los elementos de riesgo siempre presentes en el entrenamiento de artes marciales serán reconocidos y se tomara más cuidado para evitar comportamientos que lleven a lesiones.
Traer de vuelta el atemi y el kiai
El uso del atemi y kiai deberá ser reintroducido y enfatizado en los dojos de Aikido. Atemi y kiai son extremadamente importantes en lo que ellos podrían permitir al practicante a salir airoso de un encuentro real contra una situación de superioridad física y numérica. Son herramientas invaluables en neutralizar ataques y desequilibrar al oponente. Ellos preparan el camino para que las técnicas de Aikido puedan ser aplicadas sin ninguna fuerza y contra muy poca resistencia.
Debería ser posible aplicar atemi o usar el kiai virtualmente en cualquier estado de una técnica de Aikido, no solo al comienzo. Los estudiantes deben ser entrenados en como reconocer la apertura de un oponente en todas las oportunidades. Shoji Nishio ha desarrollado el conocimiento en atemi a un nivel muy alto y su forma marcial del Aikido es una valuable referencia.
A un nivel más alto, el atemi podría inclusive no tener una manifestación física. Un artista marcial avanzado puede alcanzar el efecto de un atemi a través de un sutil lenguaje corporal mientras un estado mental de predicción del ataque este presente. Si te fijas en las películas de O-Sensei detalladamente podrás notar este principio en operación y es un elemento principal llamado proyecciones “sin tocar”.
Mantener al atacante fuera de balance
Un principio fundamental del Aikido, pero aun así, habitualmente descuidado es la importancia de quitar de balance al atacante y mantener el control desde el principio de la técnica hasta el punto decisivo que envuelve una proyección o un giro. He observado en muchas ocasiones técnicas enseñadas a estudiantes donde el balance del atacante es primeramente tomado solo para devolvérselo inmediatamente antes de la proyección!
Uno solo tiene que observar cuidadosamente el centro de gravedad del uke para determinar si su balance ha sido tomado o no. Los estudiantes deberían estar vigilando constantemente el centro de gravedad de su compañero de práctica a manera de determinar si sus técnicas están siendo efectivas.
Antes de dejar este tema, un ejercicio interesante cuando se asiste a una exhibición de Aikido es el de mirar los movimientos del uke antes que los del nage. Si el balance del uke es controlado a través de la técnica, entonces estarás viendo a un verdadero maestro.
Postura y control de la respiración
Otras áreas que son normalmente descuidadas en el entrenamiento del Aikido son la postura correcta y la respiración. El nage debería cultivar la buena postura y mantener su balance a través de la técnica.
La atención a la respiración es raramente tenida en cuenta en el entrenamiento del dojo. Controlando tu respiración, es posible crear y mantener un ritmo corporal interior que reducirá la fatiga y hará más fácil mantener la compostura bajo el estrés de un entrenamiento vigoroso. Aprendiendo a observar la respiración de uno mismo también desarrollara la habilidad de “leer” la respiración de tu oponente. Este es útil para sentir el tiempo y el intento de un ataque a una instancia anterior a su manifestación física.
Los instructores deberían retornar al entrenamiento
Las razones mas comunes dadas por los profesores de Aikido por dejar de participar en los entrenamientos normales del dojo son los limitantes de la edad y la acumulación de lesiones. Por supuesto que es imposible para cualquiera escapar de los efectos del tiempo y del desgaste del cuerpo en el entrenamiento vigoroso del Aikido.
Habiendo dicho esto, no existe nada que impida a los profesores entrenar con sus límites individuales y a su propio paso. Como lo veo, el elemento principal es el de continuar con los estiramientos, calentamientos y realizar caídas en la extensión posible. Tu puedes hacerlo o no!
El Fundador mantuvo su flexibilidad bien hasta entrar en sus 80 y hasta inclusive era capaz de hacer tijeras. También, el puede ser visto realizando caídas para un niño a la edad de 79 años en una de sus películas sobrevivientes.
En muchas escuelas kobujutsu es una costumbre para los profesores y estudiantes superiores asumir el papel de atacantes y realizar las caídas para los estudiantes inferiores donde sea necesario. Podrás ver esto si asistes a una demostración de artes marciales clásicas. Imagina por un momento como cambiarían las cosas si la elite de los instructores de Aikido fueran capaces de realizar caídas para sus estudiantes durante las exhibiciones! Y que mejor camino que este, para que los profesores aceleren la superación de sus estudiantes?
Creo honestamente que esto es posible para agregar unos 10 años mas a la carrera de cada uno en el Aikido, adoptando las sugerencias presentadas aquí. Les dejare saber en alrededor de 20 años como esta teoría ha trabajado en mi caso particular!
Entrenamiento cruzado (Cross-training)
Creo que una de las cosas mas positivas que instructores y alumnos indistintamente deberían de considerar es el entrenamiento cruzado en otras artes. Aquí otra vez podemos mirar el ejemplo de O-Sensei, quien estudio un número de artes marciales durante su vida. El también arreglo el casamiento de su hija con un famoso experto de kendo y permitió a un grupo de kendo formarse y practicar en el viejo Kobukan Dojo. A la edad de 54 años, el Fundador se enrolo formalmente al Kashima Shinto-ryu, una escuela clásica con varias centurias de larga tradición. El absorbió fuertemente el currículum de Kashima Shinto-ryu en el desarrollo de su aiki ken. O-Sensei también invitaba a maestros de otras artes al Aikikai Hombu Dojo para visitarlo y dar demostraciones. El siempre estaba preparado para “robar técnicas” de otros expertos a través de aguda observación.
Uno de los objetivos principales del evento anual del Aiki Expo auspiciado por Aikido Journal es el de promocionar y facilitar el entrenamiento cruzado entre diferentes grupos.
Conclusión
He tratado de explicar como lo aceptado como “aikido moderno” es realmente una permutación de los conceptos originales subscriptos por el Fundador del Aikido. Debido al esparcimiento considerable del arte después de la Guerra en Japón y en el extranjero y el transcurso de más de 5 décadas, estas formas cambiadas del Aikido han llegado a considerarse la norma. La mayor conjetura es que estas nuevas propuestas reflejan la intención del Fundador, donde, en una gran escala, no es el caso. La mayoría de las críticas hacia el Aikido hoy en día surgen debido a que las formas modernas del Aikido se han desviado de los preceptos principales del Fundador. Las sugerencias ofrecidas en este artículo podrían, si fuesen adoptadas, producir un gran cambio en la calidad de este arte y en la forma en que será percibido por los extraños escépticos. Es nuestra intención liderar el camino hacia este deseado fin organizando futuros eventos tales como el Aiki Expo.